Pack intolerancia genética a la lactosa y fructosa

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La intolerancia a la lactosa es un trastorno de la mucosa intestinal que ocurre cuando el organismo no produce la enzima lactasa (ausencia total o parcial, primaria o secundaria). Esta enzima, sintetizada en el intestino delgado, es esencial para digerir correctamente la lactosa. La malabsorción de este compuesto presente en los lácteos provoca síntomas como náuseas, dolor abdominal, hinchazón, flatulencias, diarrea y malnutrición.

La intolerancia a la lactosa afecta al 15 % de la población española en diferente grado. En este estudio, se analizan dos polimorfismos del gen MCM6 asociados a la transcripción del gen LCT, el cual codifica la enzima lactasa ya citada. Esto permite conocer el riesgo a desarrollar intolerancia a la lactosa.

La intolerancia hereditaria a la fructosa (fructosemia) es un trastorno genético poco frecuente en el que aparece un déficit de fructosa-1-fosfato aldolasa hepática (aldolasa B), una enzima que participa en la conversión de azúcares en energía. La acumulación de sustancias en el organismo debido a este desequilibro es dañina para el hígado y causa síntomas como vómitos, hipoglucemia, convulsiones, diarrea, ictericia, hepatomegalia y ascitis.

En este estudio, se analizan 3 variantes del gen ALDOB, el cual codifica para la enzima aldolasa B. Esto permite evaluar la predisposición genética a padecer una intolerancia a la fructosa.

Toma de muestra

Toma de muestra de mucosa bucal

Entrega de resultados

10 días laborables

Categoría:

Descripción

¿Cuáles son los síntomas relacionados?

Las intolerancias genéticas digestivas pueden producir síntomas muy variados y muchos de ellos van más allá del aparato digestivo. La sintomatología puede variar. Algunos de los signos característicos de este grupo patológico son las siguientes:

  • Distensión abdominal.
  • Gases.
  • Diarrea.
  • Náuseas (y vómitos, aunque es menos común).
  • Hinchazón.
  • Cólicos estomacales.

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