En cuanto al tratamiento del SIBO, tenemos que llevar un abordaje integral, desde un control de la causa, ya sea por una patología de base, cirugía… como un tratamiento erradicador por medio de antibioterapia y otros métodos naturales coadyuvantes y de forma paralela, corregir hábitos de vida y déficits nutricionales. En cuanto a hábitos que uno puede adquirir y probar de forma individual podemos encontrar, un ayuno de 12 horas nocturno, practicar ejercicio aeróbico, diversificar el consumo de alimentos fermentados y uso de prebióticos.