Los síntomas más frecuentes asociados a la intolerancia a la lactosa son:
- Dolor abdominal o calambres
- Flatulencias
- Diarrea
- Distensión abdominal
Aunque también pueden aparecer síntomas inespecíficos y atípicos como cefaleas, cansancio, alteraciones de la concentración o el sueño, nerviosismo o dolores en las extremidades.