La lactosa es un azúcar que se encuentra en la leche y sus derivados lácteos.
En condiciones normales, la lactosa es metabolizada por la enzima lactasa, que se produce y libera en el intestigo delgado dando lugar a glucosa y galactosa.
Hay personas que por diversas causas no sintetizan la lactasa suficiente de manera que la lactosa se queda en el intestino delgado y colon e interacciona con las bacterias ahí presentes dando lugar a gases, dolor abdominal, diarrreas…etc.
La intolerancia a la lactosa es definida como la incapacidad de digerir o absorber la lactosa.
¿Cuáles son la causas de esta intolerancia?
- Intolerancia primaria: se produce por la pérdida progresiva de la lactasa. La causa es genética.
- Intolerancia secundaria: es consecuencia de una lesión intestinal como celiaquía, enfermedad de crohn, malabsorción o procedimiento quirúrgico.
- Intolerancia congénita: una mutación en el gen lactasa produce la inactividad (o mínima actividad) de la lactasa desde el nacimiento.
Afecta al 15% de la población española, en diferentes grados. Es por ello que existen diversos tipos de pruebas para detectar esa intolerancia o la predisposición a padecerla.
Intolerancia genética a la lactosa – Isomed Diagnostics